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domingo, 23 de agosto de 2015

El origen de nuestras expresiones.

Todo tiene un origen y cuando decimos todo es todo,  incluido aquellas expresiones populares que usamos inconscientemente,  aquí os traigo algunas de ellas,  y si os gusta os traeré más. Podeis poner en comentarios aquellas expresiones populares que usáis inconscientemente. Aquí van un puñado de ellas.

Arma blanca.

Para dar origen a esta expresión,  la cual utilizamos para referirnos a objetos cortantes debemos viajar hasta la edad medieval, el origen de esta expresión comparte mismo origen con otra expresión, ir de punta en blanco, la cual usamos para referirnos a alguien que va vestido de gala. Pues bien,  cuando los caballeros del medievo acudían a un duelo, normalmente de exhibición, como podían ser las justas,  los soldados acudían con su mejor armadura y con un arma sumamente pulida,  tan pulida que con él brillo del sol, el brillo podía hacer parecer que la punta de la espada o la lanza era blanca. 





Hacerse el primo. 

Nos referimos con esta expresión a alguien que ha sido engañado con facilidad. El origen de esta expresión lo encontramos en la España del siglo XIX. El rey se refería a los miembros de la nobleza o a los grandes de España como sus primos.

Tras los sucesos del 2 de Mayo de 1808,  el general Murat,  escribió al infante Antonio Pascual de Borbon,  refiriéndose a este como señor primo,  y exigiendo una serie de condiciones desfavorables para España, las cuales el infante aceptó. El pueblo uso esta expresión para referirse a la facilidad con la que había sido engañado el infante.



Ha pasado un ángel.

¿Cuantas veces nos habrá pasado? ya sea una reunión,  una clase o una charla entre amigos,  donde derepente todos casan espontáneamente,  produciéndose así un silencio a veces incómodo. La expresión viene de una costumbre que se remonta a la Roma antigua y que sobrevivió el periodo cristiano, cuando alguien decía el nombre de algún difunto,  todos los presentes guardaban silencio por respeto a la persona fallecida,  algo así como el minuto de silencio que hoy en día conocemos, se creía que durante ese tiempo de silencio,  el alma de aquella persona pasaba por delante de los presentes.



Morder el polvo.

Usamos esta expresión para referirnos a alguien que ha sido derrotado. De nuevo retrocedemos hasta el medievo para encontrar el origen de esta expresión. Cuando un soldado era derrotado y caía al suelo,  en su último acto de vida existía la costumbre de agarrar un puñado de tierra y besarla, agradeciéndole que le haya dado vida y cobijo y agradeciendo que la tierra diera reposo a su cuerpo.




Hacerse el sueco.

Usamos esta expresión para referirnos a alguien que se hace el tonto o no se entera. Esta expresión se la hemos atribuido erróneamente a los pobres suecos. El origen de esta expresión lo encontramos en la antigua Roma con la palabra latina "soccus" que era el calzado (de este vocablo provienen las palabras, zueco, zurdo y zoquete)  los cómicos utilizaban en el teatro romano este calzado de madera con el cual ofrecían un andar torpe para mayor divertimento del público.