Cuentos y leyendas: Las leyendas del moro. Parte 1 es cap i sa mà des moro

Antes de empezar advierto que podéis observar que en esta entrada usaré de manera reiterada la palabra "moro" , la intención no es utilizarla de manera despectiva si no como el apelativo utilizado en las leyendas que han llegado a nuestros días.

Diferentes historias se amor prohibido circulan en nuestras islas Baleares, las historias varían de un lugar a otro, pero los protagonistas suelen ser los mismos, una joven mallorquina y el "moro" enamorado, algunas acaban en fatalidad para el árabe, otras acaban en eterno, pero lo cierto es que esta historia de amor últimamente olvidada, ha prevalecido durante años ligada a muchos puntos de las islas Baleares.

La cabeza del moro en el paseo del Borne de Palma de Mallorca 

Nuestra primera historia es tal vez la más cruel. Relacionada con el excepcional capitán de la armada real española, Antoni Barceló i Pont de la terra, famoso por sus actividades contra los corsarios y la piratería y por sus hazañas en la guerra contra Inglaterra en el siglo XVIII.

Se dice que cuando llegaba a Palma, aprovechaba los actos públicos para decapitar a los prisioneros que había capturado  en sus  batallas navales. Se dice que Barceló no hacía reen alguno y que tal era su crueldad que la cabeza de moro fue un símbolo en su escudo de armas, Tal y como se refleja en la parte inferior.

Para rememorar las victorias del marino, se puede encontrar en el mismísimo paseo del Borne de Palma, la escultura de la cabeza del moro en la esquina de calle Jovellanos que da al paseo del Borne.  Cerca de donde Barceló realizaba ejecuciones públicas.

Muy cerca de la localización encontramos una calle con una leyenda tras ella. Ahmed era el criado de un capellán que vivía en esa calle conocida como calle de sa Guixeria en el siglo XVIII y que vivía enamorado de la joven Maria, el joven criado se sentía avergonzado por su posición social, y no se veía capaz de conquistar a la chica, cuando finalmente Ahmed reunió el valor para hablar con la chica, mintió sobre quién era, le dijo que era un rico mercader y quería llevársela con ella a África.

El capellán guardaba una valiosa cantidad en monedas de oro, Ahmed quería hacerse con el tesoro para fugarse con su enamorada. Para ello no dudó en apuñalar al capellán hasta la muerte. El crimen fue tan atroz que enseguida tuvo una gran repercusión, todas las sospechas se dirigieron hacia el criado Ahmed, que tras torturas confesó el crimen, fue obligado a convertirse al cristianismo, sentenciado a muerte y su mano cortada y expuesta en la ventana de la vivienda del capellán, protegida por una reja, como señal de advertencia, ahí estuvo expuesta, dejándose descomponer  durante un siglo hasta que fue retirada. Desde entonces la calle de sa Guixeria pasó a ser la calle de "sa mà des moro" ( calle de la mano del moro )

Tal vez por la cercanía entre la cabeza y la mano del moro las dos leyendas se suelen entremezclar.

En la próxima entrada hablaremos de otras leyendas del moro en otros lugares de la geografía balear.