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miércoles, 22 de julio de 2015

Mitología y religión: Asiria, Hatti y Mitani, dioses en guerra

Asiria,  Hatti y Mitani,  tres sociedades guerreras contemporáneas a la Babilonia de los amoritas y de los casitas que durante el segundo milenio a.C. lucharon por el poder en Mesopotamia y por el control de las rutas y los centros de comercio, el panorama político fue tan complejo,  que el infortunio de una beneficiaba a las otras. Como no podría de ser de otra manera,  la religión cobra un especial protagonismo dentro de estas sociedades.







Un dios como seña de identidad.


Podría decirse que la historia de Asiria correió paralela a la de Babilonia, para empezar los dos imperios fueron fundados por amoritas, en Asiria reinaron el rey Samsi-Adad y Isme Dagan desupués, tras ellos,  Asiria cayó bajo el yugo de Mitami y no próspero hasta haber pasado unos cuantos siglos. Babilonia floreció con su dios nacional, Marduck,  que empezó siendo dios protector del hombre,  para acabar siendo dios de la creación.

Assur no sólo fue el nombre de la primera capital de Asiria,  sino también el nombre de su dios epónimo,  Assur tubo el mismo significado para los Asirios como el que tuvo Marduk para los babilónicos como dios supremo. En un principio Assur era representado como un árbol,  siendo el dios de la vegetación que le da la vida a todo,  pero durante la dilatada historia de Asiria este dios evolucionó, tomando la forma de un disco alado y convirtiéndose en el dios de la guerra,  modo de vida de los asirios, seña de identidad de este pueblo que fue capaz de hacer frente a cada una de las amenazas que se encontraba en su camino,  saqueó Babilonia,  derrotó a Mitani cuando tuvo ocasión y  a diferencia de Hatti, sobrevivió a la llegada de los pueblos del mar en el 1200 a.C.  Todo ello en honor a su dios de la guerra Assur.

Dios Assur



El rey asirio no sólo ostentaba el título de Sharru rabbu (gran rey)  sino que además tenía el título de Ishshiatum,  sacerdote del dios Assur, convirtiéndose así en un siervo más. La diosa Isthar, presente en Mesopotamia desde la época de Sumer con el nombre de Inanna,  se le añado el atributo de diosa de la guerra,  además de ser diosa de la fertilidad y del amor,  convirtiéndola en la principal divinidad femenina de Asiria.

Divinidades femeninas de Hatti.


En Asiria parece que el papel de la mujer es irrelevante, con costumbres como el levirato, donde la mujer sin hijos  de un difunto podía ser entregada a los hermanos del difunto o bien al hijo del difunto nacido de otra mujer. En Hatti la mujer obtiene un mayor protagonismo,  un ejemplo de ello es la Tawananna, sacerdotisa de la diosa madre Hannahanna, que por su carácter divino podía ocupar la regencia y acceder al trono dd Hatti. Otras divinidades a destacar en Hatti son Teshup,  dios de la tormenta,  y Warusemu,  diosa del sol, a los cuales los reyes ofrecían ofrendas en sus santuarios, debemos reflejar el importante detalle de que la diosa Warusemu, una divinidad femenina, sea la encargada de representar al sol, cuando el astro ha sido una dividad de suma importancia en civilizaciones que entraron en contacto con Hatti como es el caso de Egipto, eso dice mucho del papel de la mujer en Hatti.
De nuevo en esta civilización encontramos una referencia al diluvio del antiguo testamento,  como ya lo encontramos es Babilonia y Sumeria, en este caso,  dicho diluvio está relatado en el poema de Atrahasis,  héroe que salva a la humanidad de la ira de los dioses.

Poema de Atrahasis 


La desconocida Mitani.


Mucho queda por descubrir de Mitani, pero suficiente es lo descubierto para hacernos una idea de su importancia, en el panorama internacional de oriente medio. Puede que sea muy arriesgado decir esto,  pero la sociedad de Mitani es posiblemente un claro precedente de la sociedad espartana,  que dominó la península del Peloponeso casi ochocientos años después,  decimos esto con prudencia,  salvando las diferencias.  En esta atrevida comparación nos referimos  a la división social compuesta por la clase superior, los Maryannu, la aristocracia guerrera de lengua indoeuropea y los nish-biti, jente de palacio, en contraste a la clase baja que debía soportar la carga de trabajo.

La mentalidad guerrera no sólo se vio en su aristocracia,  sino también en sus dioses, con una mezcla de dioses huritas y dioses nacionales, donde destacan Teshup, dios del cielo y la tormenta,  también presente en los hititas o Hepa, esposa y diosa de la fecundidad,  como lo fue Isthar.

Estas tres civilizaciones nacieron, se desarrollaron y murieron en la guerra,  la primera que desapareció  fue Mitani,  en el siglo XIV,  debido a crisis internas que provocaron la fragmentación del reino, y que aprovecharon el rey hitita Subiluliuma y el rey asirio Salmanasar I. Poco tiempo después desapareció Hatti,  parecía que nada podría con ese pueblo guerrero que desafío al mismísimo faraón Ramses II, obligándole a firmar el tratado de Qadesh, pero los pueblos del mar acabaron con ellos, solo los principados neohititas recordaron la gloria dd aquel pasado. Los asirios aguantaron hasta el siglo VII a.C,  hasta que una coalición de medos y caldeos acabó con ellos.



Tratado de Qadesh 



Estas tres civilizaciones eran tan guerreras que quizás no pudieron sobrevivir a ellos mismos,  a las trifulcas internas y a las guerras civiles provocadas por el derecho de sucesión. Por siglos se recordó, el terror que causaba el ejército asirio a sus enemigos, los carros de guerra de Hatti y los expertos domadores de caballos en Mitani.








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