También te puede interesar

sábado, 24 de septiembre de 2016

Claves de la guerra de Siria

Se ha hablado mucho de la guerra que hoy asola nuestros días, no es para menos, se a trata de la mayor crisis humanitaria desde la segunda guerra mundial, miles de refugiados han tenido que abandonar sus hogares, buscando una suerte mejor en Europa, esperando la ayuda en las fronteras que no abren paso. En el recuerdo queda la imagen de Aylan, el niño que pereció en el mar y que se quedó tumbado en la orilla como si quisiera escuchar el latir de un mundo carente de humanidad, comprobando si de verdad éste tenía corazón. Su imagen disparó todas las alarmas y nos indigno a todos, haciendo que nos demos cuenta que occidente vive en una burbuja ajena al horror existente fuera de ella. Pero cuando la cruda realidad toca a tu puerta es difícil mirar hacia otro lado. Los motivos de esta situación son diversos y trataremos de esclarecer a continuación.




La primavera árabe, el origen de la guerra civil.


Para explicar el conflicto debemos remontarnos al año 2010 con el movimiento surgido en los pueblos de Oriente próximo, la llamada revolución árabe o primavera árabe, en alusión a los movimientos populares surgidos en Europa en 1848 que trataron de derrocar los absolutismos del momento. El movimiento surgió en Túnez, cuando un vendedor ambulante fue despojado por la policía de sus mercancías y ahorros, en forma de protesta se inmoló. Miles de tunecinos se concienciaron y se relevaron contra la situación que llevaba prolongándose desde que en 1987 Zine el Abidine Ben Ali tomara el poder en 1987. Las protestas fueron tan intensas que Ben Ali dimitió en 2011. Siguiendo el ejemplo tunecino, otros movimientos de protesta se extendieron en el mundo árabe contra los gobiernos opresores, el mundo miraba los acontecimiento con asombro  como el despertar de Oriente, con la ilusión de que un mundo mejor, sin gobiernos opresores era posible, sin duda un gran paso para el mundo. El movimiento se extendió en Egipto contra Hosni Murabak, en Libia contra Muamar Gadafi, en Yemen contra Ali Abdulah Saleh o en Siria contra Bashar al Assad.



En ocasiones con violencia el movimiento revolucionario triunfó como en el caso de Libia, donde Gadafi murió linchado por la población enfurecida, pero en ocasiones la represión de estos gobiernos autoritarios sobre la población han prolongado el conflicto entre el gobierno y el pueblo hasta hacer estallar la guerra civil, ese es el caso de Siria, donde la revolución popular no triunfó. Con tal de conservar su poder, Bashar al Assad, que atesoraba el poder desde el año 2.000, tras suceder a su padre que atesoró el poder durante 29 años. Al Assad no dudó en atacar a la población civil, el pueblo también se armó para hacer frente a la opresión, incrementando la tensión en la zona.

Bashar Al Assad


Recrudecimiento de la guerra

¿Se podría haber frenado la sangría en Siria ? tal vez sí, con la intervención de la ONU, el problema es que existen dos factores que desestimaron dicha opción, el primero es el recuerdo de las guerras de Irak y Afganistán que dejaron a la opinión pública en contra de dichas guerras. en segundo lugar Rusia, país que apoya el régimen de al Assad, además de ser un país con veto en la ONU.

Mientras que el mundo de esta forma miraba hacia otro lado, el conflicto se fue complicando con nuevos agentes, la guerra ya no era solo de dos, entre el pueblo y el gobierno. A ello debemos sumar el surgimiento de DAESH, auto denominado estado islámico, algunos de los rebeldes ante la violencia del gobierno se han unido a dicho grupo terrorista, de naturaleza suní, que además de atacar a objetivos occidentales, también atacan a población civil chií o ha grupos minoritarios de otras religiones en la zona como bien podría ser el cristianismo. No hace falta enumerar los diferentes metodos de ejecución  utilizados por este grupo terrorista, pero ello hace que la zona sea algo parecido al infierno. A tres bandos la situación se complica, si a ello sumamos los efectos colaterales en la zona como la situación en el norte de Siria con frontera en Turquía, donde se ha recrudecido el conflicto entre turcos y kurdos.




Mientras miles de refugiados llaman a Europa, Occidente hace oídos sordos, no sabemos hasta cuando seguirá este conflicto, pero el caso es que mientras se siga mirando hacia otro lado el conflicto se perpetuará minando varias generaciones. El sueño de la primavera árabe se quedó suspendido, en ocasiones salió bien, en otras dio acceso al poder a regímenes aun más duros y en otras ocasiones como es el caso, dejó al país en el limbo de la guerra, el purgatorio que tal vez vea el final cuando Bashar al Assad abandoné el poder.



No hay comentarios:

Publicar un comentario